Adiós a los mitos sobre los vehículos eléctricos y su funcionamiento

Mientras las ventas de modelos eléctricos tienden a estancarse en los países más avanzados, en el caso de Colombia la realidad es completamente diferente.

A diferencia de lo que sucede actualmente en los mercados más desarrollados, donde se reporta una merma considerable en el interés de los usuarios por la compra de vehículos eléctricos (EV), las cifras en Colombia revelan una realidad muy diferente, pues este segmento logró alcanzar 3.842 matrículas nuevas en el consolidado anual con cierre a agosto, lo que supone un crecimiento interanual del 81,1%, según datos de Fenalco-Andi.

La buena dinámica de este segmento de vehículos resulta atractiva por aspectos como los beneficios ambientales que producen, la eficiencia energética que brindan y los incentivos gubernamentales que los favorecen. En todo caso, aún hay muchos mitos que generan dudas y temores entre los interesados en la electromovilidad, lo que obstaculiza una mayor adopción de este tipo de tecnologías.

A propósito del Día Mundial del Vehículos Eléctrico, hace poco les presentamos el Top 30 de los modelos a baterías más vendidos durante el primer semestre en Colombia; bien, pues ahora queremos aclarar algunas dudas en torno a los EV y brindar información precisa.

Autonomía limitada

Es uno de los aspectos que genera mayor incertidumbre. Lo primero a decir es que el avance en materia de baterías y tecnologías aplicadas a los EV son gigantes; por ejemplo, cuando manejamos el BMW i3, hace casi una década, nos referíamos a un auto con un motor que tenía una potencia de 170 hp y un torque de 250 Nm, mientras que su batería de 16 kWh de capacidad le permitía ofrecer una autonomía estimada entre 130 y 160 kilómetros.

Tomemos ahora un EV contemporáneo del segmento de entrada, como el BYD Seagull, que en su versión GS (73,8 hp y 135 Nm) adopta una batería Blade de 38 kWh, la cual le permite ofrecer una autonomía de hasta 400 kilómetros. La diferencia es nuy significativa.

Consideremos que el promedio de los EV actuales que se ofrecen en Colombia está entre los 460 y los 700 kilómetros, siendo el Mercedes-Benz EQS 450 uno de los más destacados, con 778 kilómetros, ciclo WLTP. Como vemos, tras recargar por completo un EV moderno es posible cubrir los requerimientos de movilidad diarios e incluso los desplazamientos de fines de semana.

Acá también se deben destacar tecnologías como el frenado regenerativo que incluyen muchos de estos vehículos, la cual se basa en reducir la velocidad de un vehículo, pero transformando parte de su energía cinética en energía eléctrica; en los modelos más avanzados se dispone de levas en el volante y modos de recuperación, los cuales puede ajustar el conductor según las necesidades del momento.

Los EV son “muchísimo” más costosos que los de combustión

Si se considera el costo inicial de compra, es cierto que un EV aún resulta más costoso que un vehículo homólogo de combustión, pero la brecha de precio entre uno y otro se ha reducido significativamente en los últimos años, al punto que ahora muchos EV también compiten de “igual a igual” con modelos de combustión en su segmento; por ejemplo, los eléctricos JMEV2 y JMEV3, de la división de autos a batería del fabricante JMC, compiten en precio con hatchback de entrada con motor a gasolina, como Kia Picanto o Renault Kwid.

Aunque el precio inicial de un vehículo eléctrico puede ser superior al de un modelo de combustión equivalente, los costos de operación a largo plazo son mucho menores. El ahorro se puede evidenciar en el consumo y en el mantenimiento, pues este último aspecto también resulta más simple. A ello habría que sumarle el menor pago de impuestos, los incentivos gubernamentales y la posibilidad de movilizarse sin restricciones, como sucede con el Pico y Placa.

Según el estudio “La cuantificación integral de los costos totales de un vehículo”, de la Oficina de Información Científica y Técnica del Departamento de Energía de Estados Unidos, a largo plazo, un vehículo eléctrico podría resultar 40% más económico que uno de combustión, luego de considerar aspectos como consumo, depreciación y reparaciones.

“Haciendo un ejercicio comparativo entre dos de nuestros modelos Mercedes-Benz, la GLS y su equivalente en tecnología eléctrica que es la EQS, podemos destacar lo siguiente: la GLS cuenta con una capacidad de tanque de combustible de 23 galones, lo que se traduce en que una tanqueada (unos $480.000) pueden rendir hasta 592 kilómetros. Por otro lado, nuestro modelo EQS con una sola carga (cuyo valor aproximado es de $150.000) alcanza una autonomía de hasta 778 kilómetros. Lo anterior denota que, con un vehículo eléctrico, el ahorro puede ser de hasta tres veces en términos de combustible”, señala Ana Carolina Gómez, gerente de producto de Mercedes-Benz Colombia.

Alto costo de repuestos

Una creencia generalizada que desestimula la compra de vehículos eléctricos es el costo de los repuestos. Si bien es cierto que algunos componentes específicos de los EV, como la batería, pueden tener un precio más elevado que sus equivalentes en los modelos de combustión, el mantenimiento del automotor suele ser más económico; esto, además del ahorro que representa el bajo consumo.

Antes de comprar, es importante averiguar la garantía que se brinda al vehículo y la que tiene aparte la batería; por ejemplo, Mercedes-Benz ofrece cinco años de garantía a sus EV, mientras que brinda 8 o 10 años de garantía al acumulador, según la referencia del modelo eléctrico. En el caso de los modelos a baterías de BMW, el vehículo tiene una garantía de dos años sin límite de kilometraje y el respaldo de la batería es de ocho años.

Carga lenta y engorrosa

La tecnología de carga de los EV también ha evolucionado en forma significativa y ahora muchos de estos automotores se pueden abastecer en modalidad de carga rápida. En Colombia se avanza para establecer una extensa y confiable red de infraestructura de carga: actualmente, el país cuenta con más de 250 estaciones electrolineras disponibles en 35 ciudades. Mientras algunos EV se pueden recargar en casa en forma directa, la mayoría se adquieren con una unidad de carga para instalar a conveniencia del usuario.

También vale destacar el sistema de recuperación inteligente que tienen algunos EV, en el que, durante la conducción y cuando el conductor levanta el pie del acelerador, el motor genera por inercia una recarga a la batería y, en consecuencia, aumenta o se mantiene el porcentaje de carga.

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