Colombia avanza hacia la movilidad sostenible con un fuerte crecimiento en vehículos eléctricos e híbridos, pese a los desafíos regulatorios.
Colombia se está consolidando como uno de los líderes regionales en movilidad sostenible, al registrar un crecimiento del 13,8 % en la compra de vehículos eléctricos e híbridos solo en abril de 2025. Este avance no solo refleja la recuperación del sector automotor, sino también un cambio estructural en las preferencias de los consumidores hacia tecnologías limpias, a pesar de los desafíos regulatorios y económicos que enfrenta el país.
Este crecimiento ha sido impulsado, en parte, por una mayor oferta de modelos con tecnologías limpias, la llegada de nuevas marcas internacionales, especialmente asiática y una creciente conciencia ambiental entre los compradores. Aunque persisten incertidumbres en materia regulatoria y se han reducido algunos incentivos arancelarios, los colombianos muestran una disposición cada vez mayor a adoptar alternativas sostenibles. Factores como el aumento en los precios de los combustibles fósiles y las restricciones de circulación en las grandes ciudades han reforzado esta tendencia.
Un repunte sostenido en las cifras
El sector automotor colombiano cerró abril con 17.430 nuevos vehículos matriculados, según datos de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos). En el acumulado de enero a abril, las ventas alcanzaron las 67.304 unidades, lo que representa un incremento del 20,4 % frente al mismo periodo de 2024.
En cuanto a movilidad sostenible, los vehículos de bajas emisiones —híbridos y eléctricos— representaron el 38 % del total de matriculaciones en abril, con 5.535 unidades registradas. Este avance marca un crecimiento robusto frente a años anteriores, en un país que, desde 2023, ha intensificado su transición energética.
Liderazgo de marcas chinas y cambios en el mercado
El auge de la electromovilidad ha venido acompañado por una transformación en el panorama de marcas predominantes. La compañía china BYD se ha consolidado como líder en ventas de vehículos eléctricos, con 830 unidades vendidas solo en el primer trimestre de 2025, muy por encima de las 75 del mismo periodo del año anterior. Su éxito, basado en una estrategia que combina innovación, accesibilidad y eficiencia, ha desplazado a competidores como Kia, Mazda y Toyota, quienes también han mantenido una presencia destacada en el mercado colombiano.
Este fenómeno no es exclusivo del país. Según BloombergNEF, el avance de BYD en América Latina forma parte de su estrategia global para dominar los mercados emergentes mediante precios competitivos y tecnologías avanzadas, desafiando a gigantes tradicionales como Tesla en ciertos segmentos.
En Colombia, la expansión de BYD también ha sido favorecida por alianzas estratégicas con distribuidores locales, inversiones en infraestructura de servicio posventa y una oferta de productos adaptada a las condiciones de movilidad urbana del país. La marca ha identificado con éxito nichos en ciudades con alta congestión y políticas de restricción vehicular, ofreciendo modelos eficientes en consumo energético y asequibles para un público más amplio. Esta combinación la ha convertido en un actor clave en la transformación del parque automotor colombiano hacia alternativas más sostenibles.
Obstáculos en el camino hacia un parque automotor limpio
A pesar de los resultados positivos, el sector enfrenta retos estructurales importantes. Según Andemos, Colombia aún no ha recuperado los niveles de venta de 2014, cuando se comercializaron más de 320.000 vehículos en un solo año. Además, el país sigue rezagado frente a economías vecinas como Argentina, cuya recuperación automotriz ha sido más acelerada.
Andrés Chaves, presidente ejecutivo de Andemos, ha advertido sobre la falta de una política pública coherente y estable, lo cual pone en riesgo la sostenibilidad del crecimiento a largo plazo. La incertidumbre regulatoria, la eliminación de beneficios arancelarios y las tensiones comerciales con socios como México y Brasil han generado un entorno de inestabilidad para el sector.
La urgencia de políticas públicas integrales
Expertos coinciden en que el progreso en movilidad sostenible no será sostenible sin el respaldo de políticas públicas robustas. “El país necesita una hoja de ruta clara que modernice el parque automotor, fomente el empleo y responda a las nuevas necesidades de movilidad urbana”, señala un informe reciente del Consejo Mundial de Energía.
Uno de los principales cuellos de botella es el desarrollo de infraestructura de carga para vehículos eléctricos, aún limitado. Actualmente, Colombia cuenta con menos de 1.000 estaciones de carga públicas, concentradas principalmente en Bogotá, Medellín y Cali, según datos del Ministerio de Minas y Energía. Esta escasez representa una barrera significativa para la adopción masiva de tecnologías limpias.
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Para acelerar la transformación hacia una movilidad más sostenible, es fundamental implementar políticas que incluyan incentivos fiscales para la compra de vehículos eléctricos, inversión en infraestructura de carga, fomento del transporte público limpio y regulaciones estables que generen confianza tanto en consumidores como en inversionistas. Asimismo, se requiere una estrategia de educación ciudadana, apoyo a la industria local y una articulación efectiva entre entidades gubernamentales, con el fin de garantizar un enfoque integral y sostenible en el tiempo.
Estas acciones no solo acelerarían la transición energética, sino que también mejorarían la calidad del aire, generarían empleo y reducirían la dependencia de los combustibles fósiles.
Perspectivas para el resto del año
De mantenerse la tendencia actual, se proyecta que Colombia supere las 90.000 unidades de vehículos nuevos con tecnologías limpias matriculadas en 2025, lo que podría consolidar al país como un referente en América Latina en materia de movilidad sostenible. Sin embargo, el ritmo de crecimiento dependerá de factores externos como la estabilidad económica, los tratados de libre comercio y las decisiones del gobierno en torno a los incentivos fiscales.
En un contexto global marcado por la transición energética y la lucha contra el cambio climático, Colombia parece estar acelerando en la dirección correcta. No obstante, aún enfrenta desafíos importantes que debe superar para consolidar un ecosistema automotor verdaderamente sostenible.