Nissan: del acero al futuro eléctrico-EDICIÓN DICIEMBRE 2025

El sonido del metal resonaba en los talleres de Yokohama a comienzos del siglo XX. En ese ambiente industrial nació, en 1933, Nihon Sangyo, fundada por el empresario Yoshisuke Aikawa. Dedicada inicialmente a la fundición y fabricación de componentes industriales, la compañía cuyo nombre se abreviaría como (Ni-San) se transformaría con el tiempo en uno de los referentes automotrices más importantes del mundo.

Los primeros pasos 

La incursión en el sector automotor comenzó con la adquisición de DAT Motors, fabricante de pequeños automóviles conocidos como Datsun. En 1935, Nissan produjo su primer vehículo en serie, el Datsun Type 15, ensamblado en Yokohama. Estos modelos ofrecían una alternativa económica y funcional en un Japón que buscaba modernizarse tras los efectos de la Gran Depresión.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Nissan destinó su producción a fines militares. Al concluir el conflicto, la empresa enfrentó el desafío de reconstruirse, apostando por el desarrollo de vehículos civiles que acompañaran la recuperación económica de la posguerra. Este esfuerzo marcó el inicio de una nueva etapa para la compañía.

En los años cincuenta, Nissan emprendió su expansión internacional. En 1958 ingresó oficialmente al mercado estadounidense con sus modelos Datsun, caracterizados por su economía, confiabilidad y tamaño compacto. Pronto conquistó a los consumidores y se consolidó como símbolo de la ingeniería japonesa en un mercado dominado por grandes automóviles estadounidenses.

Modelos como el Bluebird, el Sunny y el Fairlady Z impulsaron su reconocimiento global. Este último, de diseño deportivo y elegante, se convirtió en un ícono de los años setenta. Paralelamente, en América Latina, Nissan fortaleció su presencia con plantas de producción en México, donde el Tsuru se transformó en un vehículo emblemático por su durabilidad y bajo costo de mantenimiento.

Innovación y transformación

Durante las décadas de 1980 y 1990, Nissan avanzó en innovación tecnológica, desarrollando motores más eficientes y sistemas de seguridad mejorados. Modelos como el Maxima, el Pathfinder y el Patrol consolidaron su reputación en los segmentos familiar y todoterreno. Sin embargo, la globalización trajo desafíos económicos que llevaron a la compañía a firmar en 1999 una alianza estratégica con Renault, la cual revitalizó su estructura y su capacidad de desarrollo.

El inicio de la era eléctrica

Las nuevas generaciones marcaron el inicio de la era eléctrica para Nissan. En 2010 lanzó el Nissan Leaf, el primer vehículo eléctrico de producción masiva del mundo. Este modelo representó un avance tecnológico y un compromiso con la sostenibilidad, posicionando a la marca como pionera en movilidad limpia.

Desde entonces, Nissan ha fortalecido su apuesta por la electrificación y la conducción inteligente a través de su visión Nissan Intelligent Mobility, centrada en tres pilares: electrificación, conducción autónoma y conectividad. Modelos como el Ariya, su SUV totalmente eléctrico, reflejan este compromiso con la innovación y el futuro sostenible.

Hoy, Nissan tiene presencia en más de 160 países y mantiene centros de producción en Asia, América y Europa. En América Latina, continúa liderando en ventas con modelos como el Versa, el March, la Frontier y el Kicks, que combinan eficiencia, tecnología y accesibilidad.

Desde sus orígenes en los talleres de Yokohama hasta su liderazgo en movilidad eléctrica, Nissan ha forjado una historia de innovación, resiliencia y transformación constante. Su evolución, del acero industrial a las baterías del siglo XXI, refleja el espíritu de una marca que avanza con determinación hacia un futuro más limpio, inteligente y sostenible.

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